In una lunga intervista rilasciata al quotidiano argentino La Nacion l’ex capitano atalantino Alejandro Gomez ha dato la sua versione sulla sua tempestosa separazione dalla Dea.
L’ex numero dieci atalantino ha raccontato di un violento alterco degenerato con un presunto tentativo di aggressione fisica da parte del tecnico Gian Piero Gasperini, nell’intervallo della gara contro il Mjdtylland, la partita che ha sancito la rottura insanabile del rapporto tra il fantasista argentino e la Dea dopo sei anni e mezzo e 252 presenze con 59 gol in nerazzurro.
Ecco la versione integrale delle sue dichiarazioni:
Por primera vez, ‘Papu’ rompe el silencio sobre el tema en LA NACION y decide que no hay nada que ocultar. “Me tuve que ir del club. Me esperaba una disculpa del técnico que jamás llegó –abre–. Yo me equivoqué en algo, lo asumo, porque en un partido de Champions contra un equipo de Dinamarca, el Midtjylland, lo desobedecí en una indicación táctica. Faltaban diez minutos para que termine el primer tiempo y me pidió que juegue por la derecha, mientras que yo estaba jugando muy bien por la izquierda. Y le dije que no. Imaginate, haberle respondido eso, en medio del partido, hoy, con las cámaras…, estuvo perfecto que se enojara. Ahí ya supe que en el entretiempo me iba a sacar, y así fue. Pero en el vestuario del entretiempo se sobrepasó, cruzó los límites e intentó agredirme físicamente. Y ahí dije basta. Uno puede discutir, ok, pero cuando hay una agresión física ya es intolerable. Entonces pedí una reunión con el presidente del club [Antonio Percassi] y le dije que no tenía problemas en continuar, aceptando que me había equivocado: como capitán no me había comportado bien, había sido un mal ejemplo desobedeciendo al técnico. Pero le dije al presidente que yo necesitaba una disculpa de Gasperini. Y le dije, también, que entendía que el presidente ni podía aceptar que el técnico hubiese intentado agredir a un jugador. Bien. Al día siguiente hubo una reunión de todo el plantel. Yo avancé y le pedí disculpas al entrenador y a mis compañeros por lo que había pasado. Y no recibí ninguna disculpa del técnico. Entonces, ¿cómo había que entenderlo? ¿Lo que había hecho yo estaba mal y lo que había hecho él estaba bien? Ahí empezó todo. Después de unos días le comuniqué al presidente que no quería seguir en Atalanta trabajando con Gasperini. El presidente me comunicó que no me iba a dejar salir, que no me iba a liberar. Comenzó el tira y afloje y los costos fueron para mí: me separaron del plantel y terminé entrenándome solo con la reserva.
Secca e tranciante la replica di Gian Piero Gasperini con una dichiarazione esclusiva rilasciata a Gazzetta.it: “I comportamenti e gli atteggiamenti di Gomez, in campo e fuori, erano diventati inaccettabili per l’allenatore e per i compagni. L’aggressione fisica è stata sua, non mia, ma il vero motivo per cui è andato via da Bergamo è per aver gravemente mancato di rispetto ai proprietari del club. Mi auguro che Gomez possa continuare a far parlare di sè con le prestazioni, come faceva all’Atalanta”.